ESFAHAN (DÍA 3)
Amanece un nuevo día sobre la bella ciudad de Esfahan, pero nosotros no madrugamos demasiado. Este viaje se ha caracterizado por lo poco que hemos madrugado. Al caer el sol las calles se llenan de gente y es el mejor momento del día, así que los días se alargan bastante y madrugar mucho, salvo que sea necesario, ya no es opción.
Lo primero es coger energías, así que bajamos a desayunar. Como ya es costumbre un desayuno bastante básico: pepino, tomate, huevo duro, pan bayeta, mantequilla, mermelada, yogur y té.
Con las pilas ya cargadas, nos vamos a conocer a plena luz del día la impresionante Plaza Naqsh-e Yahán.
PLAZA DE NAQSH-E YAHÁN
Si la noche anterior, en una primera visita nos gustó, por el día ya ni os cuento!! Alucinante!!
Fue justamente declarada patrimonio de la UNESCO en el año 1979 y tiene el placer de tener dos características de esas que tanto nos gustan: es la plaza más grande de todo Irán y una de las más grandes del mundo!!
Está repleta de maravillosas obras arquitectónicas que iremos descubriendo durante nuestros días en Esfahan.
Una de ellas y la primera visita que haremos hoy, la Mezquita del Jeque Loft Allah.
MEZQUITA DEL JEQUE LOTFOLLAH
Su exterior es espectacular, de color azul, con pequeños toques de verde, amarillo y turquesa.
Emocionados nos disponemos a conocer el interior de una de las mezquitas más bonitas del mundo, o eso ponía en un cartel que había justo a la entrada.
La entrada cuesta 200.000 riales por persona.
Fue construida en el siglo XVII por la dinastía safávida, por orden del Shah Abbas I y es una de las mejores obras arquitectónicas de la cultura iraní.
Es bastante pequeña, tan sólo un largo pasillo que nos lleva hasta una gran puerta de entrada a la única sala que existe.
Pero menuda sala!!! Si desde el exterior de la plaza os decía que era espectacular, el interior no se queda atrás. Puede que sea la estampa más bonita que hayan visto nuestros ojos.
La bóveda es realmente alucinante!!! Mide 12 metros de diámetro y está exquisitamente decorada, con predominio del amarillo, algo poco usual en este tipo de arquitectura. Otra característica que la hace especial es la forma de “cola de pavo real” que se crea en el centro de la cúpula, por la luz que entra por las ventanas desde el exterior.
Las paredes también son una obra de arte. Su grosor es de más de metro y medio y están bellamente decoras con caligrafías.
Curiosamente no tiene minarete, pues no era una mezquita al uso, era una mezquita de uso exclusivo para la familia real.
Salimos de la mezquita emocionados de verdad, no ha encantado!! Y con todo el subidón nos dirigimos a conocer otra verdadera obra de arte, situada al otro lado de la plaza, la Mezquita del Sha.
Pero al llegar a la puerta… se acabó el subidón y empezó el bajón… cerrado!! Y encima no se sabía porque, ni daban ningún tipo de información al respecto… cerrado y punto.
Nos vamos de allí un poco decepcionados, pero mañana tenemos otro día completo en Esfahan y lo volveremos a intentar.
BAZAR DE ISFAHAN
Como no hay mezquita que valga, pues decidimos “bazarear”, una de las cosas que más me gustan del mundo!!!
El Bazar de Esfahan o bazar Qeysarriyeh es enorme, tanto que es uno de más los más grandes de Oriente Medio, además del mercado cubierto más largo del mundo con una longitud total de 2 km, que unen la ciudad antigua, con la nueva.
Por si esto no fuera suficiente, también es de los bazares más antiguos que existen, ya que data del siglo XI.
Al igual que la mezquita que acabamos de visitar fue construido durante el periodo Safávida y realmente es otra obra de arte.
No se sabe muy bien dónde mirar, si hacia arriba, para contemplar los techos o hacia los lados, para ver las tiendas y la mercancía… 😉
A nuestro parecer, de todos los bazares que visitamos en Irán, el de Esfahan es el mejor para comprar artesanía, que no quiere decir que fue el que más nos gustó…
Pero compramos bastantes cosas: chaqueta (250.000 riales), abrigo (400.000 riales), mortero de mármol (200.000 riales), cuelga llaves (400.000 riales)…
Con deciros que tuvimos que facturar a la vuelta una maleta más!!
Con tanto “bazarear” ya nos ha entrado hambre y siguiendo el consejo de un amable iraní nos zampamos un par de hamburguesas con patatas y coca cola (250.000 riales), en un patio precioso, justo al lado de la plaza.
CATEDRAL DE SAN SALVADOR VANK
Tras descansar un rato y llenar el estómago, cogemos un taxi (150.000 riales) para ir a la Catedral de San Salvador de Vank, en el barrio armenio de Esfahan.
La entrada a la iglesia más el museo cuesta 300.000 riales por persona.
Esta catedral es unas de las primeras iglesias que los armenios construyeron en Esfahan, tras huir de la Guerra Otomana en el siglo XVII.
Por fuera es una iglesia más, que la verdad, no llama mucho la atención. Pero por dentro… madre mía!!! Nos encontramos con una sala no muy grande, pero completamente llena de frescos en paredes y techos. Todo totalmente decorado, ni un solo espacio sin pintar.
Realmente abruma!!
Las pinturas son representaciones de escenas de la bíblica y se dice que están inspiradas en la mismísima Capilla Sixtina.
Súper chocante el contraste del edificio, sumamente sencillo, con el interior, tan profusamente decorado.
Tras flipar con la capilla, porque es que es para flipar… gore la denominaría yo… nos dirigimos a conocer un poco más sobre el genocidio armenio, que tenemos que reconocer que no teníamos ni idea del tema hasta que empezamos a preparar este viaje.
Para ello nos dirigimos al Museo del Genocidio Armenio, situado justo al lado de la capilla.
En el museo a través de fotos, vídeos y objetos se cuenta la historia del genocidio armenio. Nos pareció bastante interesante. Tanto, que cuando lleguemos a casa, vamos a profundizar más sobre este tema, que es tan poco conocido.
2 objetos del museo nos llamaron la atención. El primero el Corán más pequeño del mundo y el segundo, un pelo con una frase escrita que se lee a través de un microscopio. Curioso, verdad??
Cuando salimos del museo había una luz preciosa, quedaba muy poco para la puesta de sol.
Pensamos que estábamos muy cerca de uno de los puentes más bonitos y conocidos de la ciudad, el Puente Si-o-Sepol (uno de los 11 puentes que tiene Esfahan), así que a toda prisa, nos montamos en un taxi (100.000 riales) que en unos 5 minutos nos dejó al lado del puente.
PUENTE SI-O-SE POL
El Puente Si-o-se Pol es punto de encuentro de amigos y familias a la hora de la puesta de sol, así que llegamos en el momento indicado y con la mejor luz del día.
Si-o-se Pol significa en persa “puente de los 33 arcos” y ese es justo el número de arcos que posee. Curiosamente tiene dos niveles y se puede recorrer por arriba y por abajo, dependiendo de la altura del agua. Cuando fuimos nosotros estaba totalmente seco, así que pudimos recorrerlo por ambos lados.
Mientras va cayendo el sol sobre la bella ciudad de Esfahan, todo el puente se ilumina y se anima más si cabe. Parejas paseando, amigos conversando, niños jugando… un ambientazo total!!
Sobre las 9 de la noche, nos montamos en un taxi (100.000 riales) que nos llevó de nuevo hasta la Plaza Naqsh-e Yahán.
Nuestros primeros días en Irán coinciden con el equinoccio de primavera y por tanto con el Nowruz o el año nuevo en el calendario persa.
En estas fechas la mayoría de la gente está de vacaciones, así que hay un ambientazo total por todos lados.
La noche anterior ya observamos que en la plaza las familias y amigos se reunían para hacer picnic. Así que está noche lo vamos a probar nosotros también.
Todo un acierto, oye!! Nos encantó!! Tanto, tanto que repetiríamos cada noche y nos haríamos fans totales de los picnics de Esfahan.
Los días se alargan mucho en Irán… ya a deshoras, sobre la media noche, llegamos al hotel agotados tras un día espectacular. Esta noche estoy segura que soñaremos con los azulejos azules de la mezquita, fijo!!
Mañana nos esperan muchas más aventuras, así que a descansar y que lleguen ya!!
Felices sueños!!
Y lo más importante, ya para finalizar, si quieres disfrutar sin preocupaciones de Irán, ¡¡viaja seguro!!
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Y hasta aquí: “Con un par de maletas en Esfahan“
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